Gestionar los rebotes en nuestros correos

Decimos que un correo ha rebotado cuando ese correo no llega a su destino. Esto se debe a que ciertas direcciones de correo electrónico no son válidas o el servidor del destinatario del correo electrónico no puede aceptar tu boletín de noticias por alguna razón temporal o permanente. Éste es un problema que suele aumentar con el tiempo y el número de direcciones añadidas a la lista de correo electrónico.

Un motivo es el cambo de lugar de trabajo o de proveedor de servicio de Internet. Otro que la dirección de correo electrónico sea errónea. Otros fallos, de carácter temporal, debidos que el buzón está lleno o el servidor temporalmente inactivo. En ocasiones, los filtros de spam pueden ser los culpables si tu correo llega a ser clasificado como spam.

Es fundamental que tu lista de correos contenga direcciones válidas y actualizadas. Reducir el número de rebotes te garantizará numerosos beneficios:

– Correos electrónicos más rápidos.
– Más clientes recibirán tus correos.
– Menos posibilidad que tus correos se clasifiquen como spam.
– Carga de trabajo reducida.

Veamos unos consejos para que tus envíos sean más efectivos, reduciendo el número de rebotes de correo electrónico.

1.- Revisa y actualiza la lista de correo regularmente.

2.- Consigue que tus clientes actualicen sus datos de contacto.

3.- Contacta telefónicamente con tus clientes a fin de actualizar sus datos.

4.- Controla la estadística de rebotes.

5.- Verifica que no estés incluido en alguna de las listas negras.

6.- Aprende a manejar los filtros de spam y procura entender su funcionamiento.

7.- Elimina las direcciones de correo que puedan confundirse con spam.

8.- Envíate a ti mismo el correo antes de enviarlo a la lista y puedes así comprobar que todo es correcto.

9.- Verifica la forma en la que el servidor gestiona los rebotes.

10.- Supervisa la popularidad de los diversos ISP o proveedores de correo.

11.- Crea una estrategia para gestionar los rebotes.